martes




Él es el Camino, la verdad y la vida
NUEVO AÑO, UNA NUEVA INVITACIÓN PARA ENCONTRARNOS CON EL AMADO



Desde que el Padre Roberto Barchietto se encuentra en Carmen, miles de personas asisten a las Misas de Sanación que preside este sacerdote de la R.C.C.(RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA).
En el transcurso de este año las mismas se realizarán en las siguientes fechas:
•16 de Marzo
•13 de Abril
•11 de Mayo
•8 de Junio
•6 de Julio
•3 de Agosto
•21 de Septiembre
•12 de Octubre
•9 de Noviembre
•14 de Diciembre
Las Jornadas dan comienzo a las 9:00 de la Mañana, posteriormente luego de rezar la Coronilla de la divina Misericordia a las 15:00hs, la Santa Misa se realiza a las 15:30hs.




Y NO OLVIDEMOS HERMANOS EN CRISTO Y MARÍA


JESÚS ES EL QUE SANA


NADIE MÁS QUE ÉL DEBE SER ADORADO Y ALABADO


POR ESO TE RECUERDO


LOS CURAS NO SON LOS QUE SANAN


EL ÚNICO QUE SANA ES NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. LOS SACERDOTES SON SIMPLES INSTRUMENTOS DE CRISTO JESÚS.

Coronilla de la Divina Misericordia


Jesús dictó esta oración a Sor Faustina en Vilna entre el 13 y el 14 de septiembre de 1935 (1 Cuaderno - 196,197). Habló de ella 14 veces en total, explicando su objetivo y las promesas relacionadas con ella.En esta oración ofrecemos a Dios Padre: "El Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad" de Jesucristo, Hijo de Dios, su Divina persona y su humanidad "como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero". Nos unimos al sacrificio de Jesús en la Cruz hecho para redimir al mundo: apelamos a este amor con el que Dios Padre ama a su Hijo y en El a todos los hombres, ya que en esa oración ofrecemos al amadísimo Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo.Pidiendo "misericordia para nosotros y para el mundo entero" hacemos una obra de misericordia. Agregando a ella la actitud de confianza y cumpliendo las condiciones que deben caracterizar cada buena oración (la humildad, la perseverancia, la sumisión a la voluntad de Dios) podemos esperar el cumplimiento de las promesas de Cristo vinculadas al rezo de esta coronilla.A quienes recen esta coronilla Me complazco en darles todo lo que me pidan (V Cuaderno - 124) dijo a Jesús Sor Faustina y agregó: Si lo que me piden es conforme con Mi voluntad (VI Cuaderno - 93). La voluntad de Dios es la expresión de Su amor al hombre, pues todo lo que es contrario a la voluntad de Dios es malo o nocivo y no puede ser concedido por el mejor Padre. Las promesas especiales se relacionan con la hora de la muerte y son: la gracia de la conversión y de una muerte feliz. Las recibirán las personas que recen esta coronilla y los moribundos junto a los cuales la recen otras personas. Los sacerdotes la ofrecerán a los pecadores como la última tabla de salvación; incluso el pecador más empedernido, aún si reza una sola vez la coronilla, recibirá la gracia de Mí infinita misericordia (II Cuaderno - 129) . Una sola vez, pero con los sentimientos conformes al sentido de las palabras de la oración, y ante todo con la actitud de confianza, humildad y contrición sincera y profunda.Con el rezo de esta coronilla - dijo el Señor Jesús - acerca la humildad hacia Mí ( II Cuaderno - 281) .



A las tres de la Tarde



Oracion.

"Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó inmensamente para las almas, y el océano de Misericordia se abrió por todo el mundo. O fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros."
"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Vos confío."


Según el diario de Santa María Faustina Kowalska.



"Yo te recuerdo hija mía que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma."
"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en MI desamparo en momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión."


¿Cómo rezo la Coronilla?



Utilizaremos un rosario común de cinco decenas.

1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decimos:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo,Nuestro Señor Jesucristo,para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero."


3. En cada cuenta de la decena (En las cuentas pequeñas del Ave María) decimos:
"Por Su dolorosa Pasión,ten misericordia de nosotrosy del mundo entero."


4. Al finalizar las diez decenas de la coronilla (En las cuentas pequeñas del Ave María) se repite tresveces:
"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero."




Según el diario de Santa María Faustina Kowalska Jesús le dice



"Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado... Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aun si el pecador mas empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia."
"Escribe que cuando digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Misericordioso Salvador."




La novena de la Divina Misericordia

hacerse en cualquier época del año pero Nuestro Señor recomendó que se empezara en Viernes Santo. Rezar de la siguiente forma:
Todos los días, al iniciar:
¡Señor, Dios Padre Todopoderoso! Por el Corazón Inmaculado de María, yo te ofrezco a Jesús, tu Hijo muy amado, abrasado en el fuego del Espíritu Santo, con las alabanzas que te tributa, su acción de gracias, peticiones y expiaciones; para que el mismo Jesús sea mi alabanza ante el trono de tu Majestad, mi acción de gracias por los beneficios que tu mano derrama, mi petición del auxilio necesario para no sucumbir a la tentación y hacer siempre tu santa voluntad y mi expiación por todos los pecados, negligencias y omisiones. No mires, Señor, mi gran indignidad, sino el precio infinito de lo que te ofrezco, tu mismo Hijo abrasado en el fuego del Espíritu Santo y el medio por el que te lo ofrezco, el Inmaculado Corazón de María.

Amén.


ORACIÓN :

es distinta cada día de los 9 días. Hay que elegir la que corresponda


Día 1:
Oh Misericordioso Jesús, cuyas principales prerrogativas son la Misericordia y el Perdón. No mires nuestros pecados sino la esperanza que tenemos en tu infinita Bondad; tómanos bajo la protección de tu misericordioso Corazón a todos y no rechaces a ninguno. Te lo rogamos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo, en la unidad de la Santísima e inescrutable Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con los ojos de tu Misericordia a toda la humanidad y sobre todo, a los pobres hijos tuyos, cuya única esperanza es el Corazón misericordioso de tu Hijo y Señor Nuestro Jesucristo. Por los méritos de su dolorosa Pasión derrama sobre nosotros tu misericordia, a fin de que glorifiquemos por todos los siglos tu bondad y tu omnipotencia. Amén.


Día 2:
Oh Misericordioso Jesús fuente de todo bien. Acrecienta la gracia en las almas de los sacerdotes y religiosos, a fin de que puedan cumplir con decoro y con frutos sus deberes en tu viña. Haz que ellos con la palabra y con el ejemplo conduzcan a todos los hombres a honrar a tu Divina Misericordia. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia las filas de aquellos que trabajan en tu viña, las almas de los sacerdotes, de los religiosos y religiosas que son objeto de la predilección especial de tu Hijo y Señor Nuestro Jesucristo. Protégelos con la fuerza de tu bendición y concédeles tu luz, de manera que llenos de celo guíen a los fieles por el camino de la salvación y les transmitan tu Misericordia. Amén.



Día 3:
Oh Misericordioso Jesús que derramas sobre todos los hombres copiosas gracias que proceden del tesoro de la Divina Misericordia. Acoge a todos los fieles cristianos bajo la protección de tu Corazón misericordioso y no rechaces a ninguno. Te lo rogamos por el Amor que te une con el Padre y el Espíritu Santo en la unidad de la Santa e inescrutable Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con los ojos de tu Misericordia las almas de los fieles y, por la dolorosa Pasión de tu Hijo, dales tu bendición, sosteniéndolos con tu constante protección. Haz que no pierdan jamás tu amor y el tesoro de la santo fe, sino que exulten tu Divina Misericordia juntamente con el ejército de Ángeles y Santos. Amén.



Día 4:
Oh Misericordioso Jesús que eres la luz del mundo. Acoge bajo la protección de tu Corazón Misericordioso las almas de los paganos y de los infieles que todavía no te conocen. Haz que un rayo de tu gracia los ilumine para que con nosotros, también ellos exalten las maravillas de tu Misericordia por toda la eternidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia las almas de los paganos e infieles que no conocen aún el Corazón Misericordioso de tu Hijo y Señor Nuestro Jesucristo. Ilumínalas con la luz del santo Evangelio, a fin de que comprendan la felicidad que es amarte y exaltar tu Misericordia para todo la eternidad. Amén




Día 5:
Oh Misericordioso Jesús, que eres la mismo bondad y no rehúsas tu luz a quien confiando en Ti la implora. Toma bajo la protección de tu misericordioso Corazón, las almas de los herejes y cismáticos con la luz de tu gracia al seno de la Santa Iglesia, a fin de que junto con nosotros exalten tu liberalísima Misericordia por toda la eternidad. Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia las almas de aquellos que están lejos de la verdadera fe y viven en el error; por haber abusado de tus gracias, han perdido ese tesoro, obstinándose en sus errores. No mires, Señor, su malicia; recuerda el amor de tu Hijo y su dolorosa Pasión, en el cual con tanto fervor te pedía: «Que sean todos una sola cosa»... (Juan, 17, 12). Haz que estas almas vuelvan pronto a la santa Unidad, para que juntamente con nosotros glorifiquen tu Misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


Día 6:
Oh Misericordioso Jesús, Tú que has dicho: «Aprended de Mí que soy manso y humilde de Corazón», acoge bajo la protección de tu misericordiosísimo Corazón las almas de los niños, y de aquellos que hechos mansos y humildes se asemejan a ellos. Florezcan ante el Padre Celestial como flores perfumadas que alegren el cielo. Haz que estas almas permanezcan firmes en tu Corazón y exalten tu Misericordia por todo la eternidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia a los niños y a las almas mansas y humildes que son más semejantes a tu amado Hijo y que con el perfume de sus virtudes alegran tu Trono. Te rogamos, por el gozo que ellos te dan, les concedas tu bendición, extendiéndola al mundo entero, para así poder exaltar tu Misericordia por todo la eternidad. Amén.



Día 7:
Oh Jesús Misericordioso, tu Corazón lleno de compasión es el mismo Amor. Acoge bajo la protección de tu misericordioso Corazón a las almas que se han dedicado particularmente a la adoración de la Divina Misericordia, exaltando sus grandezas. Asiste a las almas que toman todas sus fuerzas de la gracia divina, y que unidas a Ti, en el dolor y en la prueba, quieren llevar sobre sus débiles hombros el enorme peso mal que ha afligido a la humanidad entera. Concédeles el don de la perseverancia, de la fortaleza y de la paciencia. Y Tú oh Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia las almas de aquellos que con especial celo lo adoran, y que, con palabras y obras, te glorifican e imitan siendo misericordiosos con sus pobres hermanos. Te rogamos concedas a estas almas que, llenos de esperanza recurren a Ti, la inmensa gracia de tu Misericordia, según tu promesa de «protegerlos en todas partes como tu propia gloria, siempre y especialmente en la hora de la muerte». Amén.


Día 8:
Oh Misericordioso Jesús, que has dicho: «Sed misericordiosos como lo es mi Padre que está en los cielos». Toma bajo la protección de tu Corazón misericordioso a las almas del Purgatorio, que los torrentes de Sangre y Agua que brotan de tu Corazón misericordioso apague las llamas del Purgatorio, a fin de que también allí sea alabada la infinita potencia de tu Misericordia. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia a las pobres almas del Purgatorio; por la dolorosa Pasión de Jesucristo Nuestro Salvador y por la amargura que en aquellas horas llenó su Sacratísimo Corazón, demuestra tu misericordia con aquellos que están sujetos a tu justa cólera. Te rogamos mires a estas almas sólo a través de las llagas de tu amadísimo Hijo y Señor nuestro, Jesucristo, cuya Misericordia sobrepuja a la Justicia. Amén.



Día 9:
Oh Misericordioso Jesús, que eres la Bondad mismo, acoge bajo lo protección de tu Corazón misericordioso a todas las almas tibias, que semejantes a cadáveres en putrefacción, te llenaron de horrores en Getsemaní. Derrite el hielo de estas almas con el fuego de tu purísimo Amor, para que puedan ellas exaltar tu Misericordia por toda la eternidad. Y Tú , Padre Eterno, mira con ojos de Misericordia las almas tibias, que en Getsemaní arrancaron al piadosísimo Corazón de tu Hijo el doloroso lamento: «Pase de mí este cáliz». Por la amarga Pasión de tu muy amado Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo, y por su agonía en la Cruz, te rogamos las inflames con nuevo celo por tu gloria; derrama en sus corazones el verdadero amor, para que haciendo obras de misericordia aquí en la tierra, puedan exaltar tu Divina Misericordia por toda la eternidad. Amén.



LUEGO DE LA ORACIÓN REZAMOS LA CORONILLA


Todos los días al terminar, rezamos el acto de consagración que dice así:
Oh Jesús Misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor que brotaron de tu Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo o los pobres afligidos y enfermos. Más Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la Humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. Amén.


MINISTERIO DE MÚSICA MANANTIAL

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